
Para lograr un adecuado control de activo fijo es importante tener un marcado correcto de cada uno de los activos fijos con los que cuenta la empresa y por esto se debe de considerar alternativas como el código de barras y el código QR, los cuales son parte de las alternativas en el inventario de los activos.
Ambas alternativas ofrecen un almacenamiento y lectura de información de los activos a través de dispositivos, sin embargo será dependiendo de la cantidad de datos que se requieran almacenar el tipo de código que se debe de utilizar.
¿Qué son los código de barras?
Los códigos de barras consisten en una serie de líneas verticales y espacios, además de que por lo general van acompañados de letras, números o símbolos, los cuales sirven para identificar un producto o activo a través de un lector.
¿Cuáles son los beneficios de usar códigos de barras en los activos fijos de una empresa?
Dentro de los beneficios que se pueden encontrar al utilizar códigos de barras en el inventario de activo fijo es que estos permiten agregar datos como número de serie, encargado del activo, modelo, marca, entre otra información importante para el inventario.
¿Qué son los códigos QR?
A diferencia de los códigos de barra los códigos QR, cuentan con más opciones de lectura ya que se componen de diferentes patrones que permiten una alineación, posición y sincronización, además de que se usa un contraste de dos colores, brindando una lectura bidimensional.
¿Qué diferencias existen entre ambos códigos?
Dentro de las diferencias que podemos encontrar entre ambos códigos es que en el caso de los códigos de barras estos permiten una cantidad limitada de caracteres, mientras que los códigos QR pueden almacenar hasta 4296 caracteres, además de poder contener otro tipo de información como acceso a una ubicación, tarjetas de usuarios, datos de correo electrónico, o links directos, entre otros.
Otra de las diferencias es el tipo de lectura ya que por lo general un código QR puede ser leído sin importar la posición en que este se encuentre, sin embargo el código de barras tiene que ser una lectura directa por lo que se debe colocar en una parte visible del activo y de fácil acceso.
También cabe recalcar que en el caso de la durabilidad los códigos QR toman la delantera ya que gracias al patrón con el que cuentan pueden tener un buen nivel de lectura aunque presenten daños o se encuentren opacados, mientras que en el código de barras se requiere que esté bien en su totalidad.
En conclusión es importante que las empresas consideren la cantidad de información que desean almacenar de los activos y el tipo de etiqueta o placa que desean poner con base a la características de cada lugar.
Uno de los beneficios de contar con el SAAF es que a través de él se tiene la posibilidad de generar los códigos de barra o QR que se requieran para los activos dentro de la empresa.